El Bosque De Las Hadas

No se había movido apenas la rama más baja del árbol, y sin embargo, el milano se fue como si asustado o temeroso estuviese.La noche parecia a simple "revista" apacible, una brisa húmeda bañaba el bosque; el bosque de las hadas, asi es como lo llamaba Ruth. La luna aún estaba baja y rechonchona, esperando ascender a los cielos más altos para no perderse desde ahí nada; porque en este bosque, en el bosque de las hadas, pasaban....y muuuuuuuuuchas cosas.
Una noche clara y bella podía parecer a los pocos minutos turbia y misteriosa, casi irreal; y es que cuando se trata de simplificar las cosas cuando no son del todo simples, suele pasar que se hace más y más complicado nuestro viaje; por no haber reconocido los pedregales del camino, los demonios de la noche o los enemigos mas terribles del corazón.
Ruth no sabia esto cuando se adentró en el bosque, o quizá si lo supiera y fuera a desafiarse una vez más. Su vida habia sido de lo más acomodada, esto a ella le habia provocado hacerse burla del miedo y se reía de sus tías cuando les asustaba a media noche disfrazada de una mezcla de Conde Drácula y Hada. Le gustaban las hadas. Por eso le puso El Bosque De Las Hadas al pinarcillo de detras del cortijo.

Ruth sabía muy bien que sus tías, sus tres tías, no le iban a creer si ella decidiese un día sacar a la luz lo que venía ocurriendo en aquel pinarcillo, para Ruth todo un bosque encantado desde luego.
Consciente de esto, la chiquilla se iba alejando poco a poco de todo lo que para ella no era de otro mundo, de otra realidad, de otra dimensión.
Legó un día hasta una colina, nunca le habían dejado ir hasta ahí, a pesar de estar relativamente cerca del cortijo, sus tías le habían advertido de los peligros de la noche un tanto exagerados y excéntricos. Cuando se sentó y vio de nuevo a Néfele quiso tocarla pero ésta fue más hábil y salto a su hombro para contarle la historia, la verdadera historia de su madre...
...-Shhhh....te lo contaré niña ...tu mama no murió, vino con nosotras, se transfiguro en una de nosotras pero su cuerpo de humano permanece en su tumba. Lo hizo para estar siempre contigo, abrigarte en las noches más frías y abanicarte suavemente las noches de verano más infernales.
-Pues...no te creo. Nunca la vi. Ni la sentí. Ni la soñé.-refunfuñó Ruth con algo de tristeza en su semblante.-
-Siempre ha sido parte de ti, por eso no la percibes. Yo estoy fuera, en el plano donde tu me quieras encontrar pero tu madre esta en ti; cuando llegue el momento lo entenderas Ruth.-
-Si esta en mi, la devería de notar, mis brazos los muevo yo, mis ideas son solo mías, como mis sentimientos.-expresó la niña.
-Un día, pronto, saldrá de tu alma para estar en otro lado y alomejor la puedes ver,quien sabe...-
Néfele tenía muy claro que no le iba a desvelar a la joven Ruth el secreto de su madre. Era Ruth quien al conocer a Diego se daría cuenta porque en su alma habitaba un espíritu ajeno y al mismo tiempo cercano: su madre; en forma de ondina encantadora.